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La artillería antiaérea argentina derriba aviones Sea Harrier en Darwin
Relata : subteniente Claudio Oscar Braghini, Jefe de la Tercera Sección de la Batería “B” del Grupo de Artillería de Defensa Aérea 601 (GADA 601) del Ejército Argentino en Malvinas.
Subteniente Claudio Branghini, jefe
de la 3ra sección de la
batería B GADA 601
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A pesar de todo la sección ya estaba operando con las
primeras luces del día 2 de mayo. Para evitar la sorpresa del ataque enemigo del 1ro de mayo,
se optó por trabajar en “alerta rojo” permanente, ya que la sección se encontraba
a unos 80 Km. de Puerto Argentino y la característica del terreo posibilitaban
a los Sea Harrier atacar a muy baja altura sin poder contar con la alerta
temprana proveniente de los radares de vigilancia de Puerto Argentino.
Soldados argentinos sirviendo a un cañon de artillería antiaérea contraves de 35 mm en Malvinas |
En lo referente al personal, éste régimen de operación
representaba un agotamiento físico extremo, que sólo se podía apalear con el
descanso nocturno, el cual se veía permanentemente interrumpido por alertas
provenientes de Puerto Argentino, el fuego naval de hostigamiento británico o
por algún vuelo de reconocimiento detectado por el radar ELTA de la Fuerza
Aérea ubicado cerca de la posición. Pero no había otra opción a pesar de no
contar con el personal necesario para efectuar los relevos en los puestos de
combate, ya que por las características de la situación no se puede descuidar
la vigilancia aérea “ni por un minuto”, frase que no es retórica, sino producto
de cálculos matemáticos.
Un avión de combate, como el Sea Harrier, tiene una
velocidad de ataque de entre los 250 y 300 metros por segundo. Teniendo en
cuenta el alcance máximo del radar de exploración del director de tiro Sky
Guard es de 16 Km. y suponiendo que no exista ningún tipo de desnivel en el
terreno que provoque ángulos muertos o zonas ciegas de exploración, y que
además el Harrier vuele a más de 50 m de altitud, éste sólo podría ser
detectado a los 16 Km. El tiempo que volando a 300 m/s tarda en recorrer esta
distancia es de 53,3 segundos (menos de un minuto); pero en este tiempo el
Harrier estaría sobre la posición y sería demasiado tarde para combatirlo.
La distancia máxima desde la cual se puede abrir fuego sobre
el aparato, es la de 4 Km. de distancia del director de tiro, siempre y cuando
la “adquisición” y el seguimiento del blanco (avión) por medio del radar se
haya iniciado, dos o tres segundos antes que la máquina enemiga alcance esta
distancia. Así que los tiempos se ven reducidos de la siguiente manera: vuelo
desde los 16 Km. hasta los 4 Km., 40 segundos, menos 3 segundos necesarios para
la “adquisición y seguimiento” representan 37 segundos, y esto en condiciones
ideales, que no eran precisamente las de Malvinas.
Bae Sea Harrier del 800 Squadron de la Royal Navy |
Todo esto produjo un enorme desgaste e el personal que debía
estar mirando la pantalla del radar con suma atención desde la mañana hasta entrada
a la noche, lo mismo para los jefes de pieza y sirvientes de munición, que
debían estar en su posición al la intemperie durante todo el día y con la
rigurosidad del clima.
Pero semejante régimen valió la pena el 4 de mayo a las
13:45 hs, se detectaron tres ecos en la pantalla del radar. Se hicieron todas
las comunicaciones pertinentes. El Subtte Braghini con su operador de pantalla
del radar, el Cabo Primero Ferreyra permitieron la aproximación de los tres
Harrier hasta una distancia de 5 Km. sin “adquirirlos”, de esta manera el
enemigo no cuenta con una adquisición temprana y no puede lanzar un misil
antirradar. En el monitor de TV apareció la imagen del Harrier aproximándose a
gran velocidad en vuelo rasante. Braghini disparó la primer ráfaga, pero ésta
dio en tierra, delante de la aeronave. Los proyectiles explotaron delante de la
trompa del aparato y éste se alejó inmediatamente haciendo maniobras evasivas
en zig-zag. El Subteniente esperó a que el aparato se estabilizara y oprimió
nuevamente el pulsador de fuego. La ráfaga lo tomó de lleno, provocó
probablemente el estallido de sus depósitos de combustible y produjo el
desprendimiento completo de su plano izquierdo.
Envuelto en llamas, el Harrier,
perdió horizontabilidad, levantó su trompa en forma exagerada, giró sobre su
eje longitudinal y se precipitó a tierra. En el primer impacto el piloto fue
despedido de su cabina junto con el asiento eyectable. Su paracaídas se abrió y
quedó enredado en una alambrada. Los restos del avión convertidos en una bola
de fuego, se elevaron nuevamente, pasaron sobre unas posiciones de infantería,
produciendo quemaduras a dos soldados, y finalmente quedaron desperdigados
sobre la cabecera de la pista (aeródromo de Darwin). Más tarde se encontró, aún
sujeto a su asiento, el cadáver de su piloto, teniente Nick Taylor de la Royal
Navy. El Sea Harrier tenía la matrícula XZ – 450 y pertenecía al escuadrón 800.
Cañón antiaéreo bitubo contraves de 35 mm del Ejército Argentino |
Mientras este avión se precipitaba a tierra, con el director
de tiro se adquiría un segundo aparato, que arrojaba sus bombas para perder
peso y poder alejarse de la zona. Se abrió fuego y se le ocasionó algún daño ya
que se retiró dejando una extensa columna de humo. El tercer Harrier se alejó
sin causar daño alguno.
Un trozo del ala con parte del recubrimiento del Sea Harrier XZ455, der. se observa la planta motríz de la aeronave |
En este segundo ataque se comprobó que el cambio de posición
de la sección había sido provechoso, ya que este ataque vino en dirección opuesta
al anterior, probablemente con la intención de atacar el material de defensa
aérea en su anterior posición, para así poder operar lego con total impunidad.
También fue acertado operar continuamente en alerta roja, ya que se comprobó
que no se podría contar con un alerta temprana proveniente de Puerto Argentino
debido a la distancia que los separaba.
Parte del ala destrozada con la escarapelta británica del Sea Harrier pilotado por el ten Taylor |
Luego de este ataque la aviación enemiga sólo se limitó a
hacer vuelos de reconocimiento, manteniéndose a distancia. Nuevamente en los
días previos al avance terrestre se empeñó en ablandar las posiciones de
infantería, empleando en esta oportunidad Chaff (partículas metálicas) para
engañar el radar, pero sin éxitos, ya que siempre fueron recibidos por el
nutrido fuego del GADA 601 del ejército y los cañones de 20 mm de la Fuerza
Aérea ubicados cerca de la pista. Muchas veces los Harrier se alejaron de la posición
con averías y en una oportunidad uno de ellos estalló en el aire a unos 5000 m
de la posición, cayendo en el mar.
Cañón bitubo Rheinmetall 20 mm de la Fuerza Aérea Argentina en Malvinas |
Tumba en Malvinas del teniente Nick Taylor piloto de Sea Harrier, Royal Navy caído en combate el 4 de mayo de 1982 |
HICIERON DEMASIADO. GRAN VALOR.
ResponderBorrar¡¡FELICITACIONES!!
LOCARNINI - TENIENTE DE FRAGATA -OCONTRAM EN PUERTO DESEADO CON CAPITÀN DE CORBETA OLVEIRA.
Tengo una consulta sobre los GDF-001 y 002. ¿En que año llegaron al Ejército y a la Fuerza Aérea dichos sistemas AA?
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