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lunes, 15 de octubre de 2018

Identificaron los restos del soldado aeronáutico Mario Ramón Luna

Identificaron los restos del soldado aeronáutico Mario Ramón Luna

La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación dio a conocer - el viernes 12 de octubre - a sus familiares que se identificaron los restos del Soldado Mario Ramón Luna, caído en combate durante la guerra de Malvinas, corresponden al cuerpo identificado número 101 desde que comenzó la misión humanitaria el año pasado.

El soldado Mario Ramón Luna, oriundo de Santiago del Estéro, fue uno de los 111 coldados conscriptos que viajaron a Malvinas el 23 de abril de 1982 desde el aeropuerto de Córdoba a bordo de un C-130 Hércules. Su sección se estableció en una escuela de Pradera del Ganso hasta que conformaron la Base Aérea Militar Cóndor en menos de dos días, sobre una base de una pista de 800 metros de longitud donde operarían posteriormente el sistema de armas del Pucará y los helicópteros de la FAA. 
   
Mario Ramón Luna, cayó en combate durante la batalla de Pradera del Ganso el 28 de mayo de 1982 en lo que fue el primer combate terrestre luego del desembarco de las fuerzas británicas en las Islas Malvinas.

"Olvídenese de la munición, yo me encargo", gritó en medio del ensordecedor combate. Y no le importó el avance inglés ni la fatal ofensiva enemiga sobre su posición. Mario Ramón Luna no retrocedió ni un solo paso hasta que lo alcanzó la muerte.

Soldado Mario Ramón Luna en Islas Malvinas junto a sus compañeros

La breve vida de Mario Ramón no fue fácil. Lo que ocurrió después de su muerte, tampoco

Su madre, Esther Luna lo tuvo el 10 de julio de 1963 sin que el padre quisiera hacerse cargo del niño, sola en el rancho donde vivía con su familia, allí en el campo donde criaban animales y se ocupaban del forraje. La abuela Isabel se ocupó de criar a Mario Ramón y al otro niño que su hija trajo al mundo como madre soltera.

"Mario tuvo que trabajar desde chico, eran muy pobres. Apenas pudo aprender a leer y escribir, pero su destino de héroe hizo que la escuela de Pozo del Castaño hoy lleve su nombre", se emociona su medio hermano Ricardo Palavecino.

"Mi madre se unió con mi papá, René Palavicino, y tuvieron cuatro hijos. Pero después se separaron, ella se unió a un señor de apellido Serrano, y mi padre nos llevó a La Banda. Yo tendría 4 o 5 años. Nunca más vi a mi hermano mayor", revela quien cambió hace unos años el apellido Luna que llevó casi toda su vida por Palavecino cuando su padre aceptó reconocerlo.

"Cuando estaba en cuarto año del secundario, pupilo en el Colegio La Salle, me llamaron de un centro de veteranos por un homenaje que iban a hacerle al soldado Luna de la Fuerza Aérea. Fue un shock emocional muy fuerte. Siempre había tenido conciencia sobre ese hermano que había muerto en la guerra, mis tíos eran docentes y leíamos sobre Malvinas, pero ese acto en el que pude sentirme cerca de él me cambió la vida", afirma.

Hoy la vida de la familia Luna volvió a cambiar. En Santiago del Estero, el delegado de la secretaría de Derechos Humanos, Facundo Pérez Carletti, junto a miembros del Equipo Argentino de Antropología Forense, les informó que Mario Ramón Luna fue finalmente identificado.

Ocurrió en el marco del Plan Proyecto Humanitario, causa impulsada desde 2008 por el veterano Julio Aro, la periodista Gaby Cociffi del portal Infobae, el coronel británico Geoffrey Cardozo y el músico británico Roger Waters.

El dificultoso hallazgo de los restos mortales

Mario Ramón Luna, quien fue enterrado en 1983 como Soldado Argentino solo conocido por Dios. Inexplicablemente en 2004, cuando se remodeló el cementerio de Darwin, su nombre se sumó a la fosa común de 4 caídos que desde el final de la guerra solo tenía identificada al alférez Sánchez. 

La identificación del soldado Luna tiene una historia muy particular, que hizo que su filiación sea muy difícil de dar y que se concretó gracias al empeñoso trabajo de la historiadora Alicia Panero.

"Cuatro soldados argentinos sólo conocidos por Dios incluyendo, al 1er Alférez Julio Ricardo Sánchez- 10.487.666". Así rezaba una de las tumbas en 1983, en el recientemente construido Cementerio de Darwin, tras el valioso trabajo realizado por el Coronel británico Geoffrey Cardozo.

Sin embargo, cuando en 2004 se restaura el cementerio, en esa misma tumba aparece una leyenda que señalaba, sobre una lápida de granito negro, que ahí descansaban los restos de: "Héctor Walter Aguirre- Mario Ramón Luna-Julio Ricardo Sánchez-Luis Guillermo Sevilla". El dato sorprendió, porque en ese año aún no se habían realizado las exhumaciones e identificaciones que comenzaron recién en 2017; con la misión humanitaria encargada por los gobiernos de Argentina y Gran Bretaña a la Cruz Roja Internacional (CRI) y al Equipo de Antropología Forense (EAF).

Este dato despertó la intriga de la historiadora y periodista Alicia Panero que comenzó una cruzada para lograr cerciorarse si esa leyenda se correspondía con la verdad. "Conseguí el Informe Cardozo y busqué los lugares donde había recogido estos cuerpos en 1983, donde los había sepultado y quienes fueron identificados. Esos nombres no figuraban. Descubrí así, que la tumba donde descansaba el Gendarme Sánchez, del Grupo Alacrán, quien murió el 30 de mayo en el Monte Kent, no podía incluir los nombres de tres soldados de la Fuerza Aérea, sobre todo porque estos habían caído dos días antes en la base aérea Cóndor de Ganso Verde. La distancia entre el Monte Kent y Ganso Verde es de aproximadamente 80 kilómetros, la historia no cerraba", cuenta Panero.

Panero relata cómo fue construyendo la verdad "años después me encontré con un informe de 2004 de la Fuerza Aérea enviado a Cancillería, donde señalaba que en la tumba donde descansaban los restos del Alférez Sánchez estaban también estos cuatros combatientes de la Fuerza Aérea", y agrega: "a partir de ahí sabíamos de dónde provino la confusión, ahora había que encontrar su identidad".

Panero denunció la existencia de datos erróneos en esas tumbas y fue allí donde, gracias al cruce de ADN realizado por el EAF, se pudo dar con la identidad de los soldados Aguirre, Sánchez y Sevilla. Pero faltaba Ramón Luna.

"Me dijeron que Luna no tenía familiares, de todos modos salí en su búsqueda a través de Facebook y Twitter. Obtuve un dato que me indicaba que una hermana del soldado Luna vivía en Pozo del Castaño, en Santiago del Estero. La contacté con todo el apoyo de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia, sobre todo el Dr. Rodolfo Carabajal, quien cumplió un rol imprescindible en su localización. Luego dimos con otros familiares, un hermano que es maestro rural y un medio hermano que vive en Buenos Aires. Ellos dieron las muestra de ADN y, finalmente pudimos dar con algo que parecía imposible ya que las circunstancias hicieron todo muy difícil: identificar al soldado Ramón Luna", cuenta emocionada.

El soldado Luna fue honrado en reconocimiento a su valentía y coraje” le fue otorgada post mortem la “Cruz de la Nación Argentina al Valor en Combate”. En su pueblo natal, Pozo del Castaño, una escuela lleva su nombre para recordarlo y rendirle homenaje.La notificación de la localización de la tumba en la que descansan sus restos fue recibida por sus familiares en Santiago del Estero y estuvo a cargo del equipo interdisciplinario de la Secretaría y profesionales del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).En Darwin existen 121 tumbas de caídos argentinos con 122 cuerpos en total, de los cuales fueron reconocidos 90 antes del viaje y once más en los últimos meses, llevando la cifra a un total de 101.

Panero señala que la fuerza con la que llevó adelante su tarea se basa en su firme convicción que dice que "la muerte no puede robarte también la identidad".

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