Pilotos civiles volaron a Malvinas en un avión Beechcraft en
homenaje a los caídos
Cuatro argentinos que piloteando su propio avión aterrizaron
en Malvinas. Tras pasar por Río Gallegos directo desde Puerto Argentino,
regresan hoy al aeropuerto de San Fernando.
Cuatro argentinos cumplieron el sueño de volar a Malvinas
piloteando su propio avión, hacer un homenaje a los soldados de la guerra y
regresar desde las Islas directamente a suelo argentino aterrizando en el
Aeroclub de esta ciudad ubicada a poco más de 700 km de las islas.
Se trata de los pilotos civiles Raúl Gallo, de 62 años;
Ignacio Colado, de 37; Maximiliano Actis Caporalle, de 44 y Pablo Henríquez, de
60 el dueño del avión Bechcraft 55 con base en el aeropuerto de San Fernando.
Después de cuatro días recorriendo los lugares de la guerra regresaron al
continente en una travesía de gran dificultad que no se la olvidarán jamás.
Ya en tierra, fueron recibidos en el Aeroclub de Río
Gallegos emocionados por haber pisado Malvinas y también impresionados por el
fuerte viento que los acompañó en todo el viaje de regreso.
"Cumplimos un sueño. Ir con mi avión, volando con mis
amigos a rendir un homenaje a los caídos de Malvinas, rendirles honor era un
sueño pendiente de hace 35 años", relató emocionado Pablo Enriquez anoche
cuando ya habían completado la travesía entre Río Gallegos y Chubut y esperan
hoy aterrizar ya en el aeropuerto de San Fernando.
Los pilotos civiles Raúl Gallo, de 62 años; Ignacio Colado,
de 37; Maximiliano Actis Caporalle, de 44
y Pablo Henríquez, de 60 el dueño del
avión Beechcraft 55.
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Cerca de dos meses les llevó la papelería para poder
ingresaron con un avión de bandera argentina a las Islas. "Nos recibieron
muy bien, en ningún momento nos trabaron el viaje. Pudimos recorrer todos los
lugares de la guerra sin inconvenientes. Caminar horas por la turba, conocer
los escenarios donde lucharon y sobretodo rendirles homenaje en el cementerio
argentino", detalla Enríquez y aclara que también hicieron lo propio en el
cementerio inglés.
El avión Beechcraft 55, con motores 58 está equipado con
toda la tecnología para navegar, y cuenta con 4.30 horas de autonomía de vuelo.
A pesar de ser avezados pilotos el viaje de regreso al continente les tenía
preparada una sorpresa a los cuatro aventureros. "Al despegar de Puerto
Argentino, soplaban 60 nudos de viento en contra.
"Estuvimos una hora para atravesar la isla y tuvimos
que elegir entre seguir o abortar. Decidimos seguir pero el viento fue tan duro
que nos obligó volar a sólo 3000 pies de altura sin mucho margen de maniobra.
Volábamos bajito para poder llegar. En esas horas mientras atravesamos el mar
abierto, la película de mi vida se me pasó por la mente", cuenta aún
emocionado Enriquez.
El vuelo total de regreso desde Puerto Argentino a Río
Gallegos se extendió por 3 horas y media. Ayer al regresar los esperaban en el
aeroclub de Río Gallegos amigos del aire quienes le dieron apoyo logístico y
sostén moral para la travesía.
El avión partió y regresó al país sin hacer migraciones ni
Aduana, para ellos, siempre estuvieron en suelo argentino. Pero todos
compartían el mismo espíritu de homenaje hacia los soldados.
Así lo describió Gallo en su cuenta de Facebook: "Hoy
nos dirigimos a ambos cementerios, al argentino y al inglés.ambos me produjeron
la misma sensación de tristeza, vacío, desazón. ambos lugares están
perfectamente cuidados, respetados. hay 649 centinelas en las islas, no
recordarlos, es volver a matarlos".
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