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viernes, 6 de enero de 2017

Los ¨Dagger¨ y los ¨Torno¨


La escuadrilla ¨Torno¨ 

A media mañana del 1 de mayo de 1982, el II Escuadrón Aeromóvil Dagger ¨La Marinete¨, de la VIª Brigada Aérea, arribaba procedente de su BAM Tandil, a la Base Aérea de Puerto San Julián (Pcia. de Santa Cruz). Inmediatamente la escuadrilla “Torno” se puso en alerta (listos para salir a recibir la orden). El líder de la escuadrilla era el capitán Norberto Rubén Dimeglio C-432 (¨Torno 1¨), y sus numerales el teniente Gustavo Aguirre Faget C-412 (¨Torno 2¨) y el primer teniente Cesar Román C-407 (¨Torno 3¨).

Durante horas permanecieron sentados y atados en las cabinas de los Mirage M-V “Dagger”. Hacia al mediodía llegó una orden fragmentaria, los hicieron descender de las cabinas para planificar la misión en la sala de operaciones.

Los tres hombres ataviados con sus camperas de vuelo naranja supervivencia se acercaron a los aviones, que ya habían sido reconfigurados con dos bombas de 250 kilogramos MK-82 BRP (Bomba retardada por paracaídas). Despegaron y ascendieron a la altitud de crucero en una formación fluida (abierta). La capa de nubes dejaba entrever el mar oscuro que se deslizaba debajo.

El objetivo estaba al norte de Puerto Argentino y a unas quince millas de la costa. Inclinados sobre la carta de navegación, los tres pilotos trazaron el curso de la navegación, la cual los llevaría hasta un punto geográfico fijo (la navegación era en visual) a partir del cual descenderían a vuelo rasante para cumplir el tramo final hacia el blanco.

Un golpe de vista al reloj, es tiempo del descenso; luego de perforar la capa tuvieron visual con el punto geográfico. Continuaron el mismo nivelando a escasos metros del agua y cerraron la formación, ambos numerales lado a lado del líder. Bordearon por el norte a la Isla Gran Malvina y luego a la Soledad.

Cuatro minutos para el blanco, el Primer Teniente Román divisó un helicóptero a la izquierda dando aviso de inmediato al líder -¡Seguimos hacia el objetivo!- fue la orden de éste.

Una forma que afloraba del agua surgió al frente, y con un suave golpe de palanca centraron las miras de tiro en él iniciando el ataque; se aproximaron a alta velocidad listos para abrir fuego con sus cañones cuando se percataron que se trataba de una roca.

Cambiaron de rumbo y continuaron bordeando la línea de costa. Según el cálculo de navegación habían arribado a la zona del blanco pero no divisaron nada, decidieron proseguir hacia Puerto Argentino.

Dagger C-432 del G 6C, pilotado por el capitán Dimeglio ¨Torno 1¨; basado en la BAM San Julián

Alguien estaba disparando sobre la costa y al frente de los Dagger surgieron explosiones que semejaban fuegos artificiales. De improviso aparecieron tres buques, próximos a Puerto Argentino y que estaban bombardeándolo sin piedad.

El silencio de radio se quebró con la voz del jefe de escuadrilla que indicó -¡El uno a la del centro, el dos a la de la izquierda y el tres a la de la derecha!-

El mar estaba calmo y de un color gris oscuro, las nubes apenas 300 metros arriba cubrían el cielo en una masa compacta. Cada avión centro su nariz en el blanco designado y se le aproximó lo más rasante que pudo con las turbinas a plena potencia, mientras las manos tanteaban el panel de armamento armando los cañones y las bombas. Eran las 16:16, los tres Dagger atacaron de norte a sur. Frente a ellos se presentaron tres blancos, uno más grande que los otros dos, hacia ése se dirigió el Jefe de Escuadrilla.

Dagger C-412, del G6C  pilotado por el teniente Aguirre Faget (¨Torno 2¨) el 1 de mayo de 1982
Piques en el agua al frente, blancos surtidores de agua que afloraban producto del fuego de los cañones del líder, pero que provocó sorpresa en sus numerales que creyeron verse atacados por los buques. El líder descargó sus cañones y soltó sus bombas a no más de 180 metros de altura, pasando a gran velocidad sobre el Destructor, el numeral dos levantó para entrar con ángulo para el tiro con cañones y fue recibido con nutrido fuego por parte de las armas antiaéreas del buque y a continuación lanzó también sus bombas, el numeral tres no usó sus cañones, en la creencia que podían ser buques de la Armada Argentina, pero luego ante la evidencia del nutrido fuego de respuesta descargó sus bombas.

-¡El uno saliendo!-
-¡Torno dos saliendo!-
-¡Torno tres saliendo!-
-¡¡¡Bien!!!-

Júbilo y frenesí en la frecuencia, luego de apenas unos segundos que fueron eternos en la mente de cada piloto y de seguro también en las de los tripulantes de aquellas naves que súbitamente se vieron avasallados por la furia del ataque.


Inmediatamente los incursores efectuaron el escape perforando la capa de nubes en busca de la altura, perdiéndose así de vista, emprendiendo el retorno en forma individual pero teniendo la certeza que en algún lugar más allá del manto de nubes, sus compañeros lo siguen en la vuelta a casa.

Dagger C-407 del Grupo 6 de Caza pilotado el 1 de mayo por el primer teniente Román ¨Torno 3¨

En las islas los testigos que observaron el ataque constataron el impacto de las bombas del Capitán Dimeglio sobre el destructor, el cual inmediatamente se vio envuelto en humo. Los buques viraron y se alejaron hacia el sudeste.

La sensación de soledad que da el volar entre nubes se vio acrecentada cuando la voz del controlador dio el alerta tan temido en esas circunstancias -¡Los tornos tienen bandidos a la cola!-
-¡Los tornos se sumergen en el agua!- La respuesta del líder de escuadrilla.

En ese instante el 1er Ten Román notificó ver dos Harrier que descendían en picado, cuando en realidad se trataba de sus compañeros, pero él lo ignoraba.


Cuando al fin salieron de las nubes se encontraron sobrevolando un valle rodeado de montañas a las cuales no impactaron sólo por voluntad de Dios, pues no tenían manera de saber a donde se dirigían y la visibilidad hasta ese momento había sido nula. Mientras tanto los Harrier continuaban su persecución.

La sección Fortín (Capitán Donadille y Primer Teniente Senn) que se encontraban en patrulla con sus Dagger armados con misiles Shafrir recibieron la orden del CIC Malvinas de ir en ayuda de los Tornos interponiéndose entre estos y los interceptores. Recibido el vector ambos eyectaron tanques y arremetieron a plena potencia, los Harriers iniciaron el escape.

Al retornar a San Julián fueron recibidos por una muchedumbre desbordante, los pilotos se fundieron en un emocionado abrazo, momento que quedará grabado con indeleble precisión en la retina de aquellos que lo presenciaron.

De izq a der. : pilotos de M5 Dagger primer teniente Román, capitán Dimeglio y teniente Aguirre Faget

Así regresaron las formaciones en lo que fue la última salida de combate del Grupo 6 de Caza el primero de Mayo de 1982. Por las características de éste ataque los pilotos no pudieron tener una confirmación precisa del daño producido. Sin embargo se pudo determinar que los tres buques atacados corresponden por la descripción de numerosos testigos a dos Fragatas Tipo 21 y un Destructor Tipo 42.


Respecto a esto han surgido numerosas divergencias acerca a que buques fueron atacados, la Fuerza Aérea Argentina sostiene que el Destructor habría sido el HMS Exeter, mientras los Británicos afirman que fue la HMS Glamorgan. Las Fragatas Tipo 21 han sido identificadas como la HMS Alacrity y HMS Arrow. Otra teoría (tal vez la más controversial respecto a éste tema) es la que concluye que el destructor atacado por los Dagger el 1° de Mayo es el HMS Sheffield, que se hundió cuando era remolcado a las Islas Georgias.

Impactos de cañones DEFA 30 mm de los Dagger de la escuadrilla ¨Torno¨ en la fragata británica HMS Arrow
Más allá de esto no quedan dudas que el golpe fue lo suficientemente contundente como para persuadir a la flota a retirarse a distancia prudencial. Esto fue constatado entre las 16:20 y las 16:30 por el entonces Jefe del Radar Móvil de Río Gallegos, el Vicecomodoro C. Velazco, el cual captó un mensaje radial, aparentemente del "Flag Ship" (Buque insignia de la flota), que ordenaba el repliegue por situación táctica inesperada.

De izquierda a derecha , los veteranos de guerra de Malvinas Aguirre Faget, Dimeglio y Román

El Grupo 6 de Caza, operando desde las bases continentales de San Julián y Río Grande, con condiciones meteorológicas marginales y al límite de su autonomía, ejecutaron trece salidas de combate, siendo en su mayoría Patrullas Aéreas de Combate, a excepción de las tres correspondientes a la escuadrilla Torno que efectuaron una misión antibuque. Como testimonio del compromiso de "Defender la bandera con honor y patriotismo y seguirla hasta perder la vida" queda el sacrificio del Primer Teniente Ardiles.


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