Páginas

domingo, 22 de mayo de 2016

El hundimiento de la Fragata HMS Ardent : 3ra Esc. Aeronaval de Caza y Ataque Comando de Aviación Naval Argentina - 21 de mayo de 1982 - Parte II


Segundo ataque de la 3ra Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque a la fragata HMS Ardent - 21 de mayo de 1982

El teniente de navío Benito Rotolo, teniente de fragata Carlos Lecour y teniente de navio Roberto Sylvester poco antes del mediodía del 21 de Mayo se dirigieron hacia sus respectivos A-4Q Skyhawk para realizar la inspección externa de los aparatos, durante varios minutos estuvieron verificando entre otros, el parante de la rueda de nariz, los “slots” y las bombas, en el caso de estas comprobaron que las espoletas de las cuatro bombas Mk.82 Snakeye de 500 Libras estén bien colocadas, que el tiempo de retardo sea el requerido y que el sistema de lanzamiento en reguero estuviera colocado correctamente, si bien todo había sido previamente verificado por el oficial de armas y por el mecánico, los pilotos volvieron a controlar meticulosamente algunos ítems, la misión era la misma que debía realizar la sección al mando de Philippi, y si no encontraban el blanco primario en la boca sur del Estrecho de San Carlos debían ir a la bahía lugar donde el enemigo estaba desembarcando tropas.

Para efectuar un vuelo táctico de combate preciso es necesario que los aviones cuenten con sistema de navegación VLF Omega, pero al comienzo de la guerra los A-4Q no tenían este equipo, en pocos días se logró la instalación de dos, uno en el avión de Rotolo y el otro en el Sylvester, probados durante la mañana de ese mismo día, no habían funcionado correctamente por lo que se debió trabajar “contra reloj” hasta alcanzar un nivel de funcionamiento aceptable, aproximadamente una hora antes de la partida los tres pilotos salieron de la sala de pre vuelo y ascendieron a una camioneta que los acerco hasta el lugar donde estaban los aviones, una vez sentados en sus cabinas conectaron al asiento los cuatro ganchos del arnés que cada piloto lleva puesto encima del traje antiexposición, luego se colocaron el casco con los auriculares e inmediatamente la máscara de oxígeno con el correspondiente micrófono, recién entonces comenzaron con la inspección de la cabina siguiendo una lista de verificación, mediante una señal, los pilotos indicaron a sus auxiliares que estaban listos para la puesta en marcha.

El A-4 no contaba con arranque eléctrico por lo que necesitaban de un compresor para realizar el encendido, del motor, al que se le aplica aire comprimido para producir el movimiento inicial de la turbina. Desconectado el sistema de arranque, continuaron con sus tareas, verificando los sistemas de armas, encendiendo los equipos de comunicación y programando el sistema de navegación VLF Omega mientras los mecánicos que auxiliaban a cada uno de ellos iban comprobando, afuera de los aviones, los resultados de las pruebas, al finalizar la detallada verificación los tres aviones se dirigieron lentamente hasta la cabecera de pista, lugar en donde los auxiliares terminaron de cargar los dos cañones Colt Mk.12 de 20mm con 86 tiros cada uno.

Obtenida la autorización de despegue, decolaron, primero Rotolo en el 3-A-306, luego Sylvester en el 3-A-301 y por último Lecour en el 3-A-305, ya en el aire Rotolo y Sylvester intercambiaron información comprobando si los equipos de navegación funcionaban correctamente.

A-4Q 3-A-301 pilotado por el teniente de navio Roberto Sylvester en el ataque a la fragata británica HMS Ardent
Era la primera vez que cruzaban el “charco”, que separaba al continente de las Islas Malvinas, las nubes a media altura les permiten observar, de vez en cuando, el mar algo encrespado por el oleaje, esa visión no era suficiente como para evitar ese silencio abismal que sentía cada uno de los pilotos, dentro de sus respectivas cabinas, mientras pensaban que el más mínimo inconveniente en sus aviones significaría quedar perdido en la inmensidad del océano, eran absolutamente conscientes de lo difícil que se les presentaría la misión, sabían que los buques tenían la protección de PAC de Harrier, y que pese a ello, debían atacar solos y luego quedar prácticamente a la merced de los aviones Ingleses, de pronto escucharon dos comunicaciones, la primera entre los pilotos de la sección CUECA (Dagger) de la FAA que de regreso de las Islas comentaban el resultado del ataque y del derribo del 1°Tte Luna, la otra comunicación fue la de Philippi cuando reconoció el cabo Belgrano, esto les permitió comparar la posición con la traza en la navegación y significó una importante ayuda, sobre la meteorología, la apariencia de la costa malvinense y lo ancho del estrecho en su boca sur , de todas maneras el dialogo entre Philippi y sus numerales era mínimo, solo se comunicaban cuando era necesario comparar datos ya que no disponían de ningún elemento como para reconocer las islas. Poco después de descender, y comenzar a volar rasante, recalaron en la Isla de los Pájaros continuando hacia el Cabo Belgrano donde la meteorología empeoró críticamente, allí adoptaron la formación de combate ya que al haber escasa visibilidad era factible encontrarse con un buque enemigo en cualquier momento.

Volando al ras del agua, sin dejar de vigilar, la posible aparición de los Harrier por encima de sus aviones, el único medio de detección, de aeronaves enemigas, era el visual que estaba sensiblemente disminuida, debido al mal tiempo.

Recordando lo ancho que le había parecido el estrecho a Philippi, Rotolo ordenó la separación de los aviones y poner potencia máxima ante un eventual ataque.

El Sol aparecía hacia el Este, entre cada chubasco, por breves instantes, sus reflejos impedían observar con nitidez lo que había en el canal.

Los A-4Q llegaron al estrecho de San Carlos, pero no hallaron ningún buque británico para atacar, optando por dirigirse al blanco secundario, en la Bahía San Carlos. Los tres aviones realizaron el cruce confiando en la navegación, luego giraron a la izquierda, apartándose un poco de la costa, y sobrevolando en la Isla Soledad, para evitar ser detectados prematuramente por el enemigo, y encaminarse directamente hacia Bahía San Carlos.

Con  cielo, bastante, despejado pudieron guiarse, por el canal que aparecía a la izquierda, estando a dos minutos de Bahía Ruiz Puente, donde seguramente habría algún buque enemigo. Rotolo dobló su carta de navegación y repasó la selección de armamento.

-¿Están conmigo?

-Preguntó a sus numerales, tal vez con la intención de saber si estaban listos para afrontar lo que les pudiera esperar, tanto Lecour como Sylvester respondieron con un:

-Si

-Firme y muy animado

-Ni bien recalaron en la bahía, Rotolo, que iba al frente la formación, divisó un buque de guerra en medio del canal con la proa en dirección al sur del estrecho

-Hay un buque a la izquierda, me tiró sobre el

-Les dijo a sus numerales

-Si lo vi

-Respondió Sylvester

-¡Cuidado, hay otro a la derecha!

-Advirtió por su parte Lecour refiriéndose a un barco que estaba recostado sobra la costa

-El buque que pensaba atacar Rotolo, era una fragata CL-21 que estaba a unos 90° de su rumbo por lo que tuvo que realizar un giro muy brusco y así quedar enfilado para la corrida, bien pegado al agua, comenzó a efectuar el zigzagueo pues el barco abrió fuego de manera intensa, claramente se veía las manchas de humo blanco producto de los disparos con el cañón de 4,5 Pulgadas (114mm) y los trazos negros y rojos que pasaban por debajo del avión.

Las esquirlas de la munición explotaban formando una verdadera muralla que él tendría que atravesar, trató de responderles, con sus cañones de 20mm, pero lamentablemente no funcionaron, mientras el buque seguía disparando con todo su armamento, había aumentado considerablemente su velocidad, en pocos Rotolo estuvo a distancia para efectuar el lanzamiento, tiró del bastón de mando y el avión trepó unos 300 pies (91 metros) cuando la mira cruzó sobre el centro del buque enemigo, oprimió el botón y sintió el sacudón que le indicaba que las cuatro bombas de 500 libras se habían liberado, el A-4Q quiso elevarse, pero Rotolo decidió plancharse ,sobre el agua, para iniciar el escape, cuando observó impactos de proyectiles ,sobre el agua, frente a su avión, de un buque británico que, mostrando su través, le estaba tirando con su armamento AA. Otra cortina de fuego por que tendría que atravesar. En una fracción de segundos decidió hacer un giro de 180°, y pegado al agua, se dirigió a la costa oeste del canal, en dirección de una pequeña elevación de unos 1000 pies de altura, luego de “saltarla” se metió entre los cañadones de la Gran Malvina.


Lecour, segundo en la corrida de ataque, no logró los 19 seg de separación con el avión líder lo que lo obligó a pasar muy cerca de el por arriba del buque, las bombas que lanzó Rotolo cayeron en reguero, dos adelante y dos detrás del buque sin dar directamente en el blanco, explotando en el agua en el preciso momento en el que Lecour soltaba sus bombas y pasaba sobre el blanco, la onda expansiva zarandeo su avión tornándolo, por un instante, incontrolable, superada la situación, por demás critica, Lecour escuchó en sus auriculares la voz de Rotolo:

-¡Cuidado que nos tiran!

-¡Si, si, ese de la izquierda!

-Grito Lecour, refiriéndose a una fragata que cruzada en el estrecho, más hacia el sur, disparaba con todos sus cañones, el último en atacar fue Sylvester que como ocurre en esos casos vió el ataque de los dos aviones que le precedían pero no tuvo oportunidad de comprobar los resultados alcanzados por el suyo.Sylvester con un panorama claramente mucho más amplio observó como las bombas de Rotolo “horquillaron” el buque, dejándolo en medio de las explosiones, en cambio las bombas arrojadas por Lecour, una pegó en el costado de la fragata, sobre la aleta de babor, que de inmediato quedó envuelto en una humareda negra. Sylvester efectuó su corrida final, el mientras el buque, británico, desaparecía de su vista, envuelto en un espeso negro humo,  y poniendo toda máquina, con timón a babor, en una rápida maniobra, para trataba de girar hacia la izquierda. En el ataque Sylvester decidió no tirar con sus cañones, sin embargo cuando apretó el botón para lanzar bombas, por algún inconveniente en los circuitos, los dos cañones Colt 20 mm del A-4, comenzaron a disparar. Sylvester al no percatarse que la munición trazante, salían  de los cañones de su avión, pensó que los disparos le llegaban desde el buque, dijo:

-¡Qué bien tiran estos hijos de puta !, como me están dando

-Dijo en voz alta asombrado

-Luego de descargar las bombas se pegó al agua y comenzó con las maniobras evasivas para evitar el fuego de artillería AA que en ese momento era muy intensa, Rotolo preguntó:
-¿Están todos?

-Si

-Respondió Sylvester que tenía a su vista el avión de Lecour

-Le dimos señor, una de las bombas de Lecour dio en el costado


-Los tres aviones se reunieron en las cercanías del Monte María al oeste de la Isla Gran Malvina era imprescindible que volasen al ras del agua hasta alejarse unas 100 MN de las islas, detectaban antes de alcanzar esa distancia, los aviones británicos, más rápidos que los A-4, los podrían derribarlos.

Los aviones de Lecour y Sylvester tenían impactos de esquirlas, por todos lados, producto de la onda expansiva de sus bombas al explotar. Además el nivel de combustible era bajo como para continuar en el vuelo rasante, si querían llegar al continente tendrían que ascender y volar a mayor altura de lo planeado, aún no habían salido del territorio Malvinense cuando Rotolo tomó la decisión de ascender, era la única alternativa:

-Vamos a ascender

-Dijo a sus numerales

-Con alivio comprobó que los tres aviones comenzaban a ganar altura e ingresaron en la espesa capa de nubes y estabilizándose a los 25.000 pies para seguir así la navegación en permanente alerta; aterrizándo en Rio Grande, a las 16:40 hs.


-Cuando bajaron de los aviones preguntaron fue por la suerte corrida por Philippi Arca y Marquez, toda la alegría que sentían por haber regresado sanos y salvos se tornó en una profunda tristeza por la pérdida de sus tres camaradas dos de ellos Philippi y Arca eyectados y rescatados luego de ser atacados por Sea Harrier y Márquez fallecido en el mismo ataque de los aviones británicos -El buque atacado por las secciones del CC Philippi y el CC Rotolo fue la fragata CL-21 HMS-Ardent de 2750 Tn, durante la madrugada del 21 de Mayo esta unidad realizo tareas de protección a las fuerzas anfibias en la zona de San Carlos, luego se aproximó a la costa de Bahia Ruiz Puente para bombardear las posiciones Argentinas en Darwin y Pradera de Ganso.

-Una hora y media después del amanecer este buque comenzó a soportar una serie de ataques llevado a cabo por dos A-4P (MULA) a los mandos del Cap: Carballo y el Alf Carmona y tres Dagger (CUECA) a los mandos del Cap: Mir Gonzales, Cap: Robles y Tte Bernhardt de la FAA, el Capitán de Fragata Alan J. West, comandante de la HMS-Ardent, declaró que a las 14:30 recibió el ataque de los Dagger que anularon el sistema SeaCat, demolieron el hangar y destruyeron el Sea Lynx, 15 min después fue atacado por dos A-4P que hicieron blanco provocando un incendio que fue controlado rápidamente,

-A las 15:15 fue nuevamente atacado por tres A-4Q mientras trataba de buscar refugio en cercanías de la costa para realizar reparaciones y 15 Min después por otros tres A-4Q les arrojaron bombas frenadas una de las cuales penetro la banda de estribor debajo de la línea de flotación, explotando, dos horas después el buque estaba envuelto en llamas y como no había ninguna oportunidad de salvarlo, se ordenó abandonarlo en el momento que los botes salvavidas llegaban a lo costa. El HMS-Ardent se hundía.

-En el hundimiento de la HMS-Ardent participaron doce aviones de la FAA y el COAN de los cuales tres fueron derribados por los SHA y uno se perdió por los daños recibidos, tres de los pilotos pudieron eyectarse, el 1°Tte Luna (FAA), el CC: Philippi y el TN: Arca en tanto que el TF: Marquez perdió la vida.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario