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jueves, 3 de junio de 2021

Malvinas : los operadores de radares argentinos atacados con misiles ingleses

Ataques aéreos británicos a radares argentinos

El primer ataque aéreo contra radares argentinos tuvo lugar a primera hora de la mañana del 27 de mayo con aviones Vulcan y un reabastecedor Victor. Una de las mangueras de reabastecimiento de combustible del Victor falló y el intento de ataque tuvo que ser abandonado.

La siguiente misión, en la mañana del 31 de mayo, fue más exitosa.El líder del escuadrón Neil McDougall y su tripulación llegaron a Puerto Argentino y lanzaron sus misiles Shrikes contra uno de los radares argentinos, causando algunos daños. El regreso a Ascensión fue sin problemas. Sin embargo, no ocurrió lo mismo en la segunda misión anti-radar.

Aviones Vulcan, Harrier Gr3 y Victor en Islas Ascensión
3 de junio de 1982

A primeras horas del 3 de junio un bomberdero Vulcan XM 597 despegó desde la isla Ascensión voló hacia la zona de Malvinas acercándose hasta la pista de Puerto Argentino listo para lanzar sus misiles contra los radares terrestres argentinos.

Misiles Shrike anti-radar debajo de un bombardero británico Vulcan
El objetivo era el mismo, el radar TPS –de la Fuerza Aérea Argentina- que por su eficiencia lo detectó por 50 segundos ( aprox. unas 5 vueltas de la antena ), a una velocidad de 463km/h y a una distancia de 322km. Los radaristas advirtieron que a esa velocidad, el avión intentaba guardar combustible para atacar el radar posiblemente. 

El bombardero descendió y apareció nuevamente a 55 kms de distancia ya siendo una amenaza por lo que se dio el alerta de ataque aéreo. Cuando el avión estaba a una distancia de 16 kms se cortaron las emisiones del radar para evitar ser alcanzados por algún misil. La tripulación del Vulcan notó esto y viró hasta localizar otra vez las emisiones cuando se reanudaran. Este juego del gato y el ratón duró una hora.

Director de tiro, Skyguard del GADA 601 del Ejército Argentino
Durante los siguientes 40 minutos, el comandante McDougall y su tripulación dieron vueltas pacientemente alrededor de la base de Puerto Argentino, esperando poder alcanzar algún objetivo, hasta que finalmente un radar Skyguard del Grupo de Artillería de Defensa Aérea GADA 601 encendió su radar para dirigir la artillería antiaérea contra el bombardero. Tan pronto como el operador de electrónica, del bombadero, el Capitán Aerotécnico Rod Trevaskus, captó las señales, lanzó un par de misiles Shrike, que guió a través del radar.

El misil anti-radar Shrike disparado desde el Vulcan explotó contra un director de tiro Skyguard de los cañones antiaéreos Oerlikon de 35 mm, del GADA 601 matando al teniente primero Alejandro Dachary, al sargento René Pascual Blanco Pascual Blanco, y a los soldados conscriptos AOR Jorge Llamas y Oscar Daniel Diarte. 

Luego de este incidente, la Jefatura ordenó a los operadores de radares de tiro, evitar dejarlos encendidos en forma permanente. Esta limitación fue un nuevo desafío para los soldados argentinos, donde la inteligencia y hasta la astucia se tuvo que poner en juego para poder "iluminar" con el radar en forma intermitente a los aviones enemigos para poder dispararles con las armas antiaéreas (AA).

Director de tiro Skyguard en Islas Malvinas

El director de tiro Skyguard cuenta con un sistema de detección por radar y cámara de TV y puede comandar varias fuentes de fuego antiaéreo. En Puerto Argentino esta unidad fue destruida por un misil antirradar disparado por un avión Vulcán que sobrevoló las islas fuera del alcance de los antiaéreos. Se explicó que estos misiles se enganchan sobre la señal emitida por los radares de búsqueda y se dirigen hacia su ubicación. El personal que operaba estas unidades lo sabía y tenía orden de apagarlos cuando se aproximaran los Vulcán, pero en su afán de abatir al enemigo para dar protección a las bases en tierra, los dejaban operando hasta último momento, con la esperanza de ser más rápidos que el enemigo.

Director de tiro Skyguard argentino dañado aquel día, por el misil lanzado desde el Vulcan

Fue entonces aquel 3 de junio de 1982, a las 6.20, la batería 1A recibió el impacto directo de un misil de estas características,pereciendo en ese acto Dachary, Blanco, Diarte y Llamas.

“Los ingleses no pudieron detectar el blanco, que era ese radar grande de la Fuerza Aérea, En cambio, encontraron la débil señalar del radar de tiro de Dachary y entonces lanzaron el misil”, explicó uno de los veteranos de Malvinas de Mar del Plata que se encontraba a pocos metros del lugar.

Aterrizaje de emergencia en Brasil

El vuelo de regreso hacia Ascensión estaba yendo como lo había planeado. En el último punto de encuentro con el reabastecedor Victor a 6.100 m de altitud, frente a la costa brasileña, el Vulcan comenzó a recibir combustible. De repente, la toma de reabastecimiento de combustible del Vulcan se rompió y el queroseno se derramó sobre la nariz y la cabina del avión antes de que se pudiera cortar el suministro. El problema dejó a McDougall y su tripulación en una situación poco envidiable: el Vulcan ya no podía recibir combustible y su tripulación no tenía la certeza que aún tuviera lo suficiente para llegar a Río de Janeiro, a 650 km de distancia.

Vulcan reabasteciendo en vuelo con un avión reabastecedor Victor

La tripulación del bombardero británico comenzó a preocuparse, el copiloto hizo un cálculo rápido, demostrando que el bombardero tendría suficiente combustible para cubrir la distancia hasta Rio de Janerio, solo si volaba a una altitud de 12.200 m, donde la tasa de consumo sería menor. El comandante McDougall ascendió la aeronave a dicha altitud y la niveló sabiendo que debía desprender de todo lo relacionado con la misión, documentos confidenciales que estaban a bordo del Vulcan y otros elementos que inexorablemente tenían que ser lanzados al mar. La tripulación terminaba de cargar los documentos secretos en la bolsa de lona del aviador, junto con un peso para evitar que flotara en el mar. Se despresurizó la cabina, se abrió la puerta inferior del fuselaje y se arrojó el maletín. Despresurizaron la cabina y abrieron una escotilla de acceso en el piso, lanzando en una lata de raciones de alimento todo al océano. Cuando la tripulación intentó volver a cerrar la puerta, no pudieron, lo que imposibilitó la represurización de la cabina.

El bombardero tenía bajo sus alas dos pilones con 4 misiles para ser utilizados contra el TPS-43 (radar de la Fuerza Aérea Argentina). Al haber hecho fuego contra la batería Skyguard con dos de estos misiles, uno de los cuales no salió del pilón, quedando anclado y armado.

Misil Shrike debajo del ala de un bombardero Vulcan

Para entonces, Neil McDougall ya había realizado una llamada telefónica de emergencia y se había puesto en contacto con Rio de Janeiro, pero la comunicación era extremadamente difícil. Con la cabina despresurizada, la tripulación debió respirar oxígeno puro a presión, lo que afectó sus voces de manera similar a lo que ocurre con los buzos de aguas profundas que respiran una mezcla de oxígeno y helio. McDougall dijo más tarde: "Tratamos de explicarle la emergencia a un brasileño, pero no podía entendernos, lo cual no era sorprendente, ya que su inglés no era muy bueno y nuestra voz sonó como el pato Donald".

Después de varios intentos, finalmente se cerró la puerta del Vulcan y se volvió a presurizar la cabina; Las voces volvieron gradualmente a la normalidad, alguien con un inglés fluido tomó la radio en la torre de control y las cosas finalmente volvieron a la normalidad a pesar de que el bombardero ya tenía muy poco combustible.

Brasil, país neutral y equidistante en el conflicto entre Argentina y Gran Bretaá, tuvo que aceptar al Vulcan de McDougall, que había emitido una llamada de emergencia. Al no poder repostar, la aeronave apenas tenía combustible suficiente para aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Galeão, en Río de Janeiro.

La aproximación del avión desde la costa brasileña también desató las alarmas de la Fuerza Aérea Brasileña, que lanzó dos cazas F-5E armados para interceptar al presunto "intruso".

F-5 Tiger II de la Fuerza Aérea de Brasil

Los dos caza brasileños, uno de cada lado del Vulcan, luego de mostrarle sus “panzas” repletas de armamento y colocándose detrás del bombardero británico, lo escoltaron hasta un aeropuerto en la ciudad de Río de Janeiro. Después de obtener contacto visual con el bombardero británico, los pilotos de la FAB comenzaron a acompañar y guiar a la tripulación británica para aterrizar en Galeão.

Foto del Vulcan interceptado por los F-5 brasileños


Cuando el Vulcano se acercó a tierra, McDougall cayó a 6.100 m de altitud. Frente a él, ya distinguía la ciudad de Río de Janeiro y, un poco más allá, en la entrada a la Ilha do Governador, el Aeropuerto Internacional de Galeão, utilizado para vuelos comerciales de largo radio. “Un controlador que hablaba inglés americano se acercó a la línea y dijo: '¿Ves la pista frente a ti?' Respondí: 'Sí'. Dijo: `` Si tiene una cantidad crítica de combustible, puede aterrizar en él ''. En ese momento, estábamos en una cantidad crítica de combustible: los instrumentos mostraban alrededor de 1400 kg, y un Vulcan necesita casi 1200 kg. para realizar el circuito de aterrizaje. En otras palabras, si perdiéramos la primera aproximación, sin duda caeríamos ”.

Vulcan XM597 aterrizando en Brasil el 3 de junio de 1982

Cuando McDougall recibió el permiso para aterrizar, el Vulcan estaba a unos 10 km de la pista ya una altitud de unos 6.000 m. Evidentemente, no sería posible ningún tipo de aproximación normal. Así que el piloto cortó la energía de los motores y aplicó los frenos de aire, inclinando el bombardero casi verticalmente con un solo empuje hacia abajo. Al final de la maniobra, la aeronave se encontraba a 245 m del suelo y a 2,4 km del inicio de la pista, volando a 480 km / h. Para reducir el exceso de velocidad, McDougall levantó el morro del Vulcan y usó el enorme ala delta como freno. Cuando el piloto volvió a nivelar, estaba exactamente donde quería estar: 1,2 km desde el inicio de la pista y 250 km / ha 200 m de altitud, exactamente la velocidad y altitud habituales para las aproximaciones de Vulcan. McDougall luego bajó los trenes de aterrizaje e hizo un aterrizaje perfectamente normal. Más tarde comentó sobre su método para acercarse al aeropuerto internacional de Río de Janeiro: “No era el tipo de maniobra que recomendaría a nadie, a menos que la situación fuera desesperada, porque si se cometía un error, seguramente me caería”.

Vulcan aterrizado en el aeropuerto brasileño de Galeao el 3 de junio de 1982

Brasil tenía una posición neutral ante el conflicto, aunque su gobierno estaba opuesto al argentino. Sin embargo, siguiendo los procedimientos internacionales y leyes firmadas entre ambos países, y las presiones argentinas, decidió confiscar el avión por una semana, aunque solamente volvió cuando se firmó el armisticio. La tripulación fue retenida pero posteriormente fue repatriada a Gran Bretaña. El misil fue confiscado y desactivado por personal británico que llegó especialmente para el caso.

Semanas después, Brasil devolvió el Avro Vulcan pero desarmado y en varios containers. La reacción del Reino Unido, país que tenía como aliado a los Estados Unidos y al resto de las potencias de la OTAN, no se hizo esperar.

Ellos apostaban a que el único apoyo de los países Latinoamericanos con la Argentina fuera meramente declarativo.Como consecuencia de esto se generó un conflicto diplomático entre el Reino Unido y Brasil cuyo canciller respondió: “Jamás devolveríamos un arma en condiciones de volver a lastimar a un país hermano”.

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